sábado, 22 de octubre de 2011

Inoki vs Ali

¿Nunca os habéis preguntado lo que resultaría de un combate entre spiderman y superman, o el mismo Obama? ¿O entre un toro y un león, un boxeador y un karateka o un luchador de lucha libre?

Estas preguntas que pueden parecer de lo más peregrinas, se enmarcan, claro está en la categoría de los oxímorones.

Oxímoron = (Gr.) oxys + morón = agudo + romo (ej.: agridulce)

Pues bien, aunque parezcan tan insólitas, no lo son menos las respuestas que a veces les corresponden.

Lo de Spiderman y Superman ya lo habéis visto.

¿Pero y con Obama?

Vaya…

En cuanto a lo del toro y el león, aquí tenemos una referencia del s. VI a. C. de la ciudad de Persépolis. El león, símbolo del sol veraniego, derrota al toro, símbolo de la lluvia. Otros expertos advirtieron que en Persépolis anochece en el equinoccio, la constelación Leo ( el león) está en su cénit y Tauro ( el toro) está en el ocaso.
Me consta además de que se ofrecieron corridas de toros contra leones en España allá por el siglo XVII.
No es que yo esté demasiado en contra de la llamada fiesta nacional (otros asuntos me preocupan mucho más) pero, a veces es bueno empatizar con el animal y ponernos en su piel (de toro).

Vayamos ahora a lo que me inspiró esta entrada al blog: concretamente la perplejidad de enterarme de que sí consta en los anales, un combate entre un boxeador y un luchador.

¡Y no cualesquiera mindundis de tres al cuarto!

Mindundi = (lat.) minuendus = que debe ser rebajado.

Los históricos combatientes fueron el boxeador Cassius Clay – posteriormente islamizado como Muhammad Ali – y el luchador japonés Kanji Inoki – también rebautizado como Antonio Inoki en honor a Antonio Rocca, otro legendario luchador -.
De Mohammad Ali poco tengo que contaros que no sepáis.

Pero Inoki es un personaje de lo más peculiar (no es que Cassius no lo fuera).

Nació en Yokohama, donde se puede contemplar el rascacielos más alto de Japón. Otra cosa curiosa para nosotros occidentales es que una de las zonas más turísticas de Yokohama es su barrio chino.
En cuanto a Inoki, en los sesenta se convirtió en una leyenda de la lucha libre profesional. Vive ahora retirado en Nueva york.

Pero a lo que iba:

El combate contra Ali sucedió en 1976. El carisma y originalidad de ambos contrincantes no podía sino propiciar el extraordinario encuentro.

Y sin embargo, como podéis comprobar al final, el combate resultó un fiasco.

La razón principal fue que ambos querían preservar su reputación. Habría resultado demoledor que uno u otro se mostrase inferior en un combate que, a fin de cuentas, tampoco era determinante en sus carreras. En realidad, quizás estuvieran más preocupados sus espónsores que ellos mismos. Esto entorpeció las negociaciones acerca del modo en el que debía efectuarse el gran evento para el que nadie había inventado las reglas.

¿Cómo congraciar las reglas del boxeo con las de la lucha libre?

En el boxeo se trata de golpear al contrincante mientras que en la lucha libre, está terminante prohibido hacerlo.

En la lucha libre se trata de derribar al adversario mediante derribos y contacto personal, absolutamente prohibidos en el boxeo.

Lo dicho: un oximorón de tomo y lomo.

La solución que fue tomada entre los asesores de cada combatiente tardó casi un mes en materializarse. Se puede incluso decir que el combate real se operó entre ellos en las bambalinas del cuadrilátero. Cuando parecía que los dos bandos llegaban a un acuerdo, el grupo de Alí temió que Inoki lo convirtiese en un combate real, por lo que forzaron un cambio de reglas hacia un combate en el que se permitían sólo golpes, sin suplex ni lanzamientos contra la lona.

Suplex = (francés) souplesse = agilidad = derribo del oponente después de ‘engancharlo’ firmemente de alguna extremidad (brazo, cabeza o pierna).

El caso es que el resultado del combate final fue tan remilgado y taimado que su visionado se nos antoja bastante ridículo. 
Alí logró golpear a Inoki un total de 6 veces en todo el combate, mientras que Inoki permaneció en una posición defensiva (tirado sobre la lona) casi todo el tiempo, golpeando a Ali con patadas bajas repetidamente. El combate finalizó con un empate a 3.

De este combate de ensueño truncado retendré no obstante la prestancia y la presencia de ambos combatientes.

A mí me encantó el experimento del oximorón :-)

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