viernes, 26 de junio de 2009

Diseño de la máquina del tiempo II

Bien: Vamos allá con el diseño de mi máquina del tiempo; El cronomóvil.

Si habéis hecho bien los deberes, empollándoos el capítulo anterior sobre la teoría ondulatoria (“Diseño de la máquina del tiempo I”), es el momento de aprovechar los conocimientos adquiridos.

Antes de ofreceros el diseño completo, me interesa que hagamos juntos una reflexión:

Partimos de la base que una máquina del tiempo tiene que consistir en un aparato capaz de albergar al menos a un tripulante (en el caso que nos interesa) y que tanto ella (la máquina) como todo lo que incluye (al cronauta) se aparten de la trama temporal inercial (la que definimos como t1, natural, la que estamos viviendo a un segundo por segundo) para “bifurcar” hacia la suya propia (tn al futuro o al pasado).

Nota: Para recordar todos estos parámetros temporales de velocidades de crucero o tiempo alternativos al tiempo "natural" o inercial, os remito al principio de mi blog. Solo tenéis que cambiar ts por tn.

Dicho más sencillamente; la máquina, en su totalidad (incluido el motor), debe poder seguir su propia trama temporal.
Quiero decir que todo lo que incluye la máquina debe poder viajar en el tiempo… incluyendo su modo de propulsión.
A esto es a lo que iba:
¿Os habéis puesto a pensar alguna vez en que un coche no podría funcionar si su motor no le acompañara?
En este caso, entendéis perfectamente que el motor que empuja al coche está incluido en el y que por lo tanto produce el efecto deseado de empujar tanto al vehículo como a si mismo.
Pero en el caso de la máquina temporal no resulta tan sencillo.
El motor, sea cual sea (luego lo definiremos), debe partir del tiempo t1 “natural” o “inercial” (de 1s / s) para acelerar o frenar la máquina temporal.
El problema básico es que el motor se tiene que propulsar asimismo con la máquina si es que quiere mantenerse con ella para seguir propulsándola.

Para abreviar, acoto desde ahora la estructura de ese motor:
Hasta ahora hemos hablado del cronón y de su dualidad onda-corpúsculo. Lo que nos sirve para que la máquina funcione es el aspecto ondulatorio del tiempo. Y para generar una onda, necesitamos una antena.


Aquí tenéis el esquema básico que nos va a servir para los siguientes.

Veis que el diseño de la antena es parecido al de una antena parabólica. Esta es la que genera la onda cronónica.
Los estudios del siglo XXIII dejaron bien claro que esta onda cronónica afecta a todo lo que se le pone por delante.
Como vemos, la zona de influencia de la onda cronónica afecta efectivamente a la cabina del cronomóvil (zona en gris).
Pero surge un problema: Si la cabina del cronomóvil viaja en el tiempo gracias a la influencia de la onda cronónica de la antena, ¿Cómo se mantiene la antena en el mismo tiempo que la cabina si nada la está irradiando a ella misma?
¿Os dais cuenta?: la antena que hemos fabricado en este tiempo nuestro (inercial) produce el campo temporal deseado pero no se ve beneficiada por él.
En pocas palabras: La antena impulsa a la cabina al futuro o al pasado gracias a la onda que genera pero no la acompaña. Y al no acompañarla, lo único que se consigue es que ésta desaparezca un “micromomento” tanto al futuro o al pasado hasta que vuelve a aparecer (del futuro o del pasado donde permanecía hasta nuestro presente) y vuelve a estar bajo el influjo de la antena… y así sucesivamente.
Pensad un poco en ello que no tengo ganas de entrar en detalles.



De hecho, este error de bulto, me trae a la memoria malos recuerdos de los primeros ensayos con el cronomóvil.
Y es que la primera vez que enchufamos la antena, los micro saltos temporales (cronónicos de hecho de ζ = tn / t1 = 1,5548 E-18 s/s1, es decir de millares (1 E+18) de ellos por segundo), las vibraciones fueron tan brutales que se rompió la estructura del cronomóvil hasta el punto de la desintegración.



Para solucionar este problema tuvimos que recurrir a la siguiente solución:
La antena que produce el viaje en el tiempo de la cabina debía viajar a su vez con la cabina gracias a otra antena situada en la propia máquina.



Aquí lo tenéis. Nuestra antena (G2 = Generador 2) sigue conduciendo al cuerpo de nuestro cronomóvil en la autopista del tiempo. Pero ahora, nos aseguramos de que también nos acompaña en el viaje gracias al segundo generador (G1 en este caso). Como veis, el campo cronónico (en gris) abarca toda la estructura de la nave temporal.


Pero queda un escollo:
Hemos de resolver lo que ocurre por encima y por debajo de la nave (el cronomóvil) si no queremos que las ratas del sótano o los pájaros que vuelan encima de la casa donde llevamos a cabo el experimento, nos acompañen de mala manera. ¿Qué no es tan grave? ¿Y qué si hablamos de un avión de pasajeros o de un vagón del metro?
No. Hay que encontrar una solución.
Y me parece que ya la habéis adivinado:
Pues si. Basta con añadir los Rectificadores correspondientes R1 y R2 para contrarrestar el espurio efecto de G1 y G2 por encima y debajo de la nave.
¿Y cómo actúan estos rectificadores?
Para eso os ofrecí la explicación preliminar en el capítulo anterior (Diseño de la máquina del tiempo I):
Esta claro que la antena rectificadora R1 y R2 emiten el mismo tiempo alternativo (no inercial) que G1 y G2 respectivamente solo que en perfecta contrafase por lo que se eliminan completamente.


De ese modo por encima y debajo de la nave nos queda el tiempo:


tn (G1 o 2) + tn (R1 o 2) = SUMA


pero como el tiempo que generan los rectificadores está en contrafase con respecto del de los generadores:


tn (G1 o 2) = - tn (R1 o 2)


Por lo que la SUMA = 0, es decir que el tiempo de G y el de R se anulan por lo que el tiempo resultante es t1, el tiempo "natural" o inercial.


No os sorprendáis con esta conclusión. No confundáis la suma de ondas con la de los dígitos. El factor a tener en cuenta aquí es el de la fase de la onda. Esta hace que, aunque G y R generen una onda efectiva, sus sumas se contrapongan y anulen.


Por eso podéis ver en el esquema como por encima y debajo de la nave se mantiene el tiempo “natural” o inercial, mientras que en los límites de la nave (de R1 a R2) todo se “mueve” a la velocidad del tiempo alternativo tn.
Creo que ya os dais cuenta de que ese tiempo tn es el de crucero al futuro o al pasado. Todo lo que está dentro de su influencia viaja en el tiempo tal y como queríamos para nuestro cronomóvil.

Este es pues el esquema básico de la máquina del tiempo.

Un apunte más. Toda la zona roja viaja en fase (ver lección anterior), la de G2, por lo que el cronauta viaja junto a la cabina sin más problemas.
En cuanto a la zona verde, viaja en otra fase (la que produce G1).
No quiero abrumaros con problemas y detalles pero hay que decir que estas diferencias de fase son las que consiguen que la suma de las ondas que afectan a TODA la nave séan tn (el tiempo o velocidad de crucero).
Para los que queráis investigar un poco más profundamente, tenéis todos los datos necesarios de desfases de cada antena (Generadora o Rectificadora) en el esquema.

Y por fin viene el premio: El esquema ilustrativo de mi cronomóvil: La máquina del tiempo:


H = Cabina
G2 = Generador principal, el que decide tn, la velocidad de crucero (al futuro o al pasado).
G1 = Generador secundario, el que permite que G2 nos acompañe.
R1 = Rectificador de G1. Es el mismo tipo de antena que G1 solo que desfasado 180º
R2 = Rectificador de G2 con el que está desfasado 180º [120º G2 – (-) 60º R2 = 180º]

jueves, 25 de junio de 2009

Máquinas temporales:



La máquina del tiempo de "El tiempo en sus manos" (The time machine)





Una foto más clara de la anterior.

La misma máquina del tiempo actualizada en 2002 para The Time Machine


Y la excelentísima máquina espacio-temporal del doctor Who , la TARDIS Time And Relative Dimension In Space (Tiempo Y Dimensión Relativa en el Espacio)




En cuanto a esta máquina dispenso-temporal, el cartel afirma que está estropeada: "Vuelvan ayer"




miércoles, 24 de junio de 2009

Diseño de la máquina del tiempo I

Hoy me atrevo a desempapelar viejos documentos (del 82) con el fin de mostraros como debería ser la famosa máquina del tiempo.


El "De Lorean" de regreso al futuro.
Pero antes que nada convendría que repasaseis un poquito de la teoría ondulatoria, nada muy profundo, aunque os ayudará con el desarrollo que viene a continuación.


Por si acaso, os lo ofrezco de varias maneras: 1- desfase o bien 2-desfase


Y además resumo:







Si se toma la onda negra como referencia, la onda azul esta en fase y la roja está en oposición de fase.

Con esto, solo quiero que veáis que se dice que:

Ondas en fase (negra y azul) = sus amplitudes suman (puesto que cuando una crece, la otra también).

Ondas en oposición de fase (negra y roja)= sus amplitudes restan (puesto que cuando una crece, la otra decrece).


Siendo la amplitud la "altura" de la onda. Aquí la onda negra tiene "amplitud mayor" que la azul o la amarilla.

Conste que intento explicar todo esto lo más básicamente posible para ilustración de la mayoría de vosotros, seáis de ciencias o no.


Bueno: Creo que entendéis que las ondas son "vibraciones" con más o menos energía (amplitud) y que según vibren pueden sumarse o restarse entre ellas.


Ejemplos prácticos:


Un efecto de suma se da en lo cotidiano en lo que llamamos "resonancia". Así, cuando la cantante consigue que la copa resuene "en consonancia", hace que la onda de su voz vaya sumando hasta lograr la fuerza suficiente para que la copa estalle. Este es el mismo principio por el que un tornado destruyo el puente de Nueva York hace unos años (escribo de memoria). El viento hizo que el puente "entrara en resonancia" por lo que las vibraciones propiciadas por el viento empezaron a sumarse hasta que el puente reventó.

Esa es por cierto la razón por la que las compañías de militares rompen el paso cuando cruzan un puente. Para que los pasos de sus soldados sean aleatorios y que no empiecen a sumar como si fueran un único y descomunal soldado, suma de todos ellos.

Ejemplos de resta de ondas, las tenemos en los cascos de seguridad de los operadores aeroportuarios. Constan de un pequeño micro que graba el estruendo de los motores - lo desfasa 180º - y lo envía a dos pequeños auriculares colocados en sendos oídos. El resultado es que las dos ondas (la real y la desfasada) se anulan en gran medida. Lo cierto es que no del todo porque no se trata de ondas puras (como las dibujadas aquí encima) sino complejas (con lo que llamamos armónicos) por lo que su tratamiento es evidentemente más complicado.

Para abundar en estas explicaciones, os ofreceré un esquema mío, a pesar de que no soy demasiado bueno dibujando. De todas formas, creo que resultará ilustrativo:

Como veis os he dibujado la Onda 1 (negra) y más abajo las misma Onda 1 junto con la Onda 2 (roja).

Estas dos ondas puras están en perfecta contra fase. Cuando una crece, la otra decrece de manera que siempre suman cero. También coinciden en los puntos nulos (cuando valen cero). Además, tienen la misma amplitud (= altura o energía).

Fijaos bien en los tres casos a; b y c.


a: A = xPi - xPi = 0

b: A = Pi - Pi = 0

c: A = 0 Pi - 0 Pi = 0


La Amplitud (A) resultante en cada momento (del eje temporal) es cero.

Por todo ello deducimos que esas dos ondas (la negra1 y la roja2) bien podían haberse ahorrado existir puesto que se anulan recíprocamente. Son como una pareja mal avenida que se empeñara en votar a los contrarios: uno a las derechas y el otro a la izquierda (¿qué pasa, que son más los de derechas?).
Bueno, que me pierdo.

Os doy por enterados de la teoría ondulatoria (ahí es nada), la próxima vez atacaremos la onda temporal (si seguís este blog desde antaño, recordaréis el cronón *que es al tiempo lo que el fotón a la luz) y construiremos la máquina del tiempo.


Para ir abriendo boca:


*El cronón: ζ = tn / t1 = 1,5548 E-18 s/s1


La partícula más pequeña de tiempo posible. El átomo temporal. La unidad básica de tiempo es justo eso:


Cero coma, (dieciocho ceros), un segundo por segundo.


Esto es el "tiempo congelado", el tiempo más parado que se puede conseguir. Al igual que ayer decíamos que el frío más frío del universo todavía contiene una energía residual (la cuántica), por lo que nada puede estar completamente congelado, vemos que al tiempo le pasa lo mismo.


El tiempo más parado del cronauta (me gusta más que crononauta) es el del cronón:


Congelado el cronauta: pasan 1,5548 E-18 segundos para él, por cada segundo nuestro (de los no-viajeros temporales).


Como decía un ex-amigo mío, el "no-viajero temporal" temporal no existe, puesto que en estado normal todos viajamos hacia el futuro (la flecha del tiempo de Hawkins).
A esto es a lo que se me antoja llamar > "inercia temporal".


Ley de inercia temporal: Mientras no interfiera una fuerza externa (gravitatoria o cronáutica ondulatoria), el desplazamiento temporal por defecto es el que conocemos de un segundo por segundo.


Y como dijo Einstein, los campos gravitatorios intensos distorsionan el tiempo ralentizando las agujas del reloj (del que se acerca al campo según lo ve el observador fuera de él).


Es un poco complejo pero iremos desarrollando la idea hasta que la capte todo el mundo.


PD.: Mi ex-amigo decía también que la máquina del tiempo ya estaba inventada. Que cada vez que se metía en la cama por la noche, amanecía al salir de ella.
Todas las noches, en nuestras camas, viajamos al futuro...

martes, 23 de junio de 2009

¿Cómo medir el frío?

Un lector de este blog ha contactado conmigo por medios poco ortodoxos para hacerme estas ortodoxas preguntas que contestaré lo mejor que pueda por el interés de la mayoría de nosotros (lo bueno de las preguntas es que para contestarlas, es necesario contestárselas a uno mismo antes que nada).

Resumiendo, el correo de Iván dice así:

¿Qué es la carga?... así como la masa una propiedad de la materia, ¿pero que es realmente, qué le confiere a cada partícula carga positiva o negativa?
¿Cómo medir el frío?... no como determinan los científicos como ausencia de calor, échale imaginación.
Un saludo y un abrazo.
Iván


Marc:
Un saludo y un abrazo para ti también.


No es que no la tenga pero no necesitaré echarle imaginación para contestar.
En realidad las preguntas me parecen más bien retóricas. Esta claro que ya están contestadas.

Solo añadir que el frío solo es una palabra que nos sitúa en la percepción “fría” que nos ofrecen nuestros sentidos. Y ni siquiera es absoluta. Una barrita de metal nos parecerá más fría en el sobaco que en otra parte de nuestra anatomía.
Y es que en realidad (y quizás esta sea la contestación) científicamente solo se mide el calor, o más genéricamente, la energía. El científico dirá que la barra metálica tiene más o menos energía. El profano es el que necesitará el referente subjetivo de su temperatura.
Pero volviendo a lo anterior, contesto con la pregunta siguiente:
¿Cómo medir el frío?, es más, ¿Cuándo está fría nuestra barrita?, ¿a diez, cero o menos diez grados?



Para afinar, me parece importante señalar que la medida de la temperatura, esto es de la energía de las cosas, sí que es científica, en tanto en cuanto se basa en una escala perfectamente estudiada que empieza en el cero absoluto (- 273, 15 ºC = menos doscientos setenta y tres grados centígrados) al que se bautiza como “Cero” (de la escala) Kelvin. Se entiende que no hay nada más "frío" que esto. Se trata del estado de mínima energía de cualquier átomo.

Y nótese que aún así, en este estado básico, todavía existe energía cuántica. Para explicarlo simplemente (aunque ya hemos superado el modelo atómico de Bohr) ; el electrón sigue “girando” alrededor del núcleo.


El frío no es científico. Es subjetivo y más se parece al sabor que al calor.



En cuanto a lo de la carga, digo casi lo mismo. Ya está contestada la pregunta.

Si. Es como la masa, una característica o propiedad de la materia.
Lo que ocurre es que estamos más familiarizados con la masa que con la carga simplemente porque, desde que nos levantamos de la cama, notamos la fuerza de la gravedad sobre nuestro propio cuerpo.
Y como no estamos cargados, no se nos se pega el microondas que encendemos para hacer el café. Pero es así. Tanto la masa como la carga son propiedades de la materia que se manifiestan vía sus fuerzas respectivas, la de la
gravedad y la electromagnética.

lunes, 22 de junio de 2009

¿Cómo confeccionar Mapas temporales?

En esta ocasión, vamos a procurar explicar como hacer un Mapa Temporal, o si se prefiere, el plano vital de un viajero del tiempo.

Esta claro que el plano resultante debe abarcar las cuatro dimensiones que nos afectan. Las tres espaciales y la temporal. También resulta evidente que se debe poder dibujarlas sobre un papel bidimensional (si alguien esta en posesión de uno con más dimensiones, sera bien acogido en mi propia casa).

Pero para no resultar pesado, vayan aqui dos buenos ejemplos: Mapas temporales.














Mapa 1







Mapa 2
Creo que queda bastante bien explicado sin más comentarios.
.

Aun así, esto solo orientativo, da pie a que organiceis vuestros propios viajes temporales.
Lo importante es que se entienda que el mapa temporal de un "viajero natural", es decir, todos nosotros que viajamos a tiempo real (1 sg por segundo) corresponde al mapa 1.

El mapa 2 contempla por encima la representación de un viajante del tiempo. Un cronauta que salta al futuro y al final regresa al pasado de su propio origen.

jueves, 18 de junio de 2009

El sonido de la tierra

Creo que os interesará saber que la tierra "vibra" o "resuena", se comprime y expande cada 54 mn. Según esto: ¿cual es su frecuencia vibratoria?.

El cálculo es sencillo:

f (tierra) = 1/54 mn = 1/ (54 . 60) s = 3, 0864 .E-4 Hz => 0, 00003 vibraciones por segundo.

Una frecuencia extremadamente pequeña para una longitud de onda enorme.
Proporcional de hecho a la longitud de la cuerda de un instrumento o, en este caso, al radio de la tierra.

Grosso modo: cuanto más larga la cuerda >>> más grave el sonido.

Cuanto más grande el planeta (aunque tambien habría que tener en cuenta su densidad) >>> más grave su sonido.

Resumen: la longitud de la cuerda (o el radio del planeta) es lo que llamamos longitud de onda. Cuanto más largas sean, más grave será el sonido y más pequeña su frecuencia.

Para que compareis, la frecuencia más pequeña que podemos oír los humanos es:

f (más baja oido humano) = 20 Hz o vibraciones por segundo.

Y la más alta:

f (más alta oído humano) = 20.000 Hz

Para tomar una referencia, la frecuencia más facilmente audible por nuestro oído, la del la3 (3 por ser el la de la tercera octava), el que esta en medio (2º interlinea) del pentagrama en clave de sol.
Abundando en esto, esta nota (la3) es la que se utiliza en los diapasones como referencia a la hora de afinar una orquesta, un piano o un cantante cualquiera.

Y esta frecuencia patrón es:

f (la3) = 440 Hz (o vibraciones por segundo)

Es decir que el oído humano capta las frecuencias o vibraciones (medidas en [Hertzios]), como mínimo, unas 10.000 veces mayor que la de la tierra.
O dicho de otra manera;

La nota de resonancia de la tierra es 10.000 veces demasiado grave para nuestros limitados oídos.

No creo que nisiquiera las ballenas puedan oir el canto de la tierra.






Werner Karl Heisenberg







Como apostilla podemos añadir una pregunta y su contestación.

¿Cuales son las energías producidas por la nota la3 y por la nota (o vibración) de la tierra?

Tenemos la ecuación del efecto fotoeléctrico:

E = h . v

donde h= constante de Heisenberg = 6, 6256 . E -34 J (Julios);

E = energía

v = frecuencia de la onda.

Asi pues:

E (la3) = h . 440 Hz = 6,6256 . E-34 (J.s) . 440 (1/s) = 2, 91525 . E-31 J => Redondeando => Cero coma [treinta y un ceros] tres Julios.

Y como habíamos calculado más arriba la frecuencia vibratoria de la tierra (3,0864 . E-4 Hz)

E(vibración tierra) = h . 3,0864 . E-4 Hz = 2,04492 . E-37 J => Aproximadamente Cero coma [37 ceros] dos Julios. => 0,00000000000000000000000000000000000002 J

Como vemos, la energía vibratoria de la tierra es un millón (E-6 = 10 a la menos 6) de veces más debil que la del la3.

Conclusión: Las pobres ballenas... ¡ni papa*!.

*Papa (DRAE): 3ª acepción: nada, tontería, vaciedad, paparrucha.

... Curiosidades.

;)